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domingo, 8 de setembro de 2013

Blood Ceremony - Materia Sobre Seu Ultimo Abum #Metal #soundcloud




Nos últimos anos, diversas bandas com um som diretamente herdado da década de setenta entraram na briga, para a  fama ou fortuna . De Toronto , Canadá, BLOOD CEREMONY chegar com o seu terceiro álbum de estúdio , com sua irresistível cocktail Psicadélico, Folk Rock e Heavy Metal, servindo -nos na mesa de um dos mais doce sabor  deste ano de 2013.A evolução da banda liderada pelo vocalista , flautista e tecladista Alia O ' Brien foi palpável. A estréia auto-intitulado , lançado em 2008, foi de riffs de guitarra mais orientada , cheios de elementos  Stoner , com  letras psicodélicas e oculto , um bom começo . O álbum que colocá-los no centro das atenções , estar com os Antigos (2011) , que mostrou uma banda muito mais sombrio e pesado , com mais distorção , com foco em um Doom Metal o velho  folk com toques mais e mais progressivo. The Dark Eldritch Na estratégia repetida do quarteto canadense , que dá outra reviravolta à sua proposta : mais gente , mais rock , mais psicodelia , mas mantendo tons escuros , em menor escala e com distorções mais leves. E o movimento deixou-os em volta desses filhos de Jethro Tull , Black Sabbath ou aprendizes do mestre , tendo o melhor trabalho de sua carreira curta, mas proveitosa e um dos maiores discos de rock do ano.

No terceiro tema , Lord Summerisle , o baixista Lucas coloca vocais seus vocais  ( acompanhado como sempre por Alia O'Brien) . Um tema  mais suave , mais calmo e com a natureza Folk . Emotivo e bem preparado. A pulsação roqueira novamente da Balada  Weird Sisters , recuperando os riffs de guitarra  , sem deixar os arranjos do Folk e a solenidade banhado em ácido , captando o melhor dos anos 70  Psychedelico . No início de Eldritch Escuro, no entanto, é aquele que carrega o som de órgão de peso, melodias fantasmagóricas deliberadamente , descansando seus temas ocultistas. Estas linhas de teclado desaparecendo  e reaparecer , contrastando com as partes mais progressistas.

Mais vagaroso e envelope é Drawing Down the Moon, mais uma vez, com grande peso dos órgãos (muito igreja, muito retro e, obviamente, intencional), com estes rios principais que adornam o sinfônico e  o progressivo. Somente no finaldo album  são recuperados o lado  mais escuro. Faunus funciona quase como um interlúdio, totalmente Folk, quase dois anos e meio minuto de  instrumental, muito envolvente, criando um cenário bucólico, com várias melodias altamente melodiosas, alterações de intensidade e outros fictícios  fora de um  grandes idéias. O álbum chega ao fim com The Magician, a 8 minutos. Capta perfeitamente a atmosfera ritualística contida no disco, memorável em cada uma de suas seções: Contém Folk, Rock Psicadélico  e Heavy Metal, coros vencedoras, solos com gancho, sabor retro voz demasiado óbvia e ousado. A rodada final para um álbum magnífico.

 





En los últimos años, varias bandas con un sonido directamente heredado del Rock setentero han saltado a la palestra, con más o menos fama o fortuna. Desde Toronto, Canadá, llegan BLOOD CEREMONY con su tercer lanzamiento de estudio, con su irresistible cóctel de Psicodelia, Folk Rock y Metal, sirviéndonos en la mesa uno de los plásticos más dulces de saborear de este 2013.

La evolución de la banda capitaneada por la vocalista, flautista y teclista Alia O’ Brien ha sido palpable. El debut homónimo, lanzado allá por el 2008, estaba más orientado a los riffs de guitarra, cortes llenos de Stoner, psicodelia y letras de corte ocultista, un buen comienzo. El disco que los puso en el punto de mira, Living with the Ancients (2011), nos mostraba una banda mucho más oscura y pesada, con más distorsión, centrándose en un Doom Metal añejo con pinceladas más folk y más progresivas. En The Eldritch Dark el cuarteto canadiense repite estrategia, dando otra vuelta de tuerca a su propuesta: más Folk, más Rock, más Psicodelia, pero conservando tonalidades oscuras, en menor medida y con distorsiones más ligeras. Y la jugada les ha salido redonda a estos hijos de JETHRO TULL, BLACK SABBATH o MASTER’S APPRENTICES, sacando el mejor trabajo de su corta pero fructífera carrera y uno de los grandes discos de Rock del año.
Como primer plato, tenemos una Witchwood dominada principalmente por los riffs de guitarra, crudos, con un sonido que hará las delicias de los más clásicos, y los teclados, que aportan siempre un plus. Poso lento y sombrío, con un estribillo intencionadamente siniestro culminado por unas melodías vocales de escándalo y licks de guitarra ejemplares, a lo largo de los casi 7 minutos que dura la canción. Goodbye Gemini, en cambio, es más fácil de paladear, con vocación de single, no en vano fue el tema elegido para el videoclip. Con una dulce melodía de flauta como intro, pronto entran los demás instrumentos. Ambiente lisérgico cargado de buenos guitarrazos de vieja escuela, bombo marcado pero sin alcanzar grandes velocidades, arreglos folkies y uno de los mejores estribillos del disco, rematado a dos voces, femenina llevando el peso y masculina doblándola por detrás, así como cambios de ritmo y solos fresquísimos. De las mejores del disco.
En el tercer tema, Lord Summerisle, el bajista Lucas Gadke pone la voz principal (acompañado como siempre por Alia O’Brien). Un tema de inspiración marinera, más suave, calmado y de naturaleza Folk. Emotiva y bien arreglada, añade algo de variedad a la fórmula. El pulso rockero vuelve a latir con Ballad of the Weird Sisters, recuperando los riffs de guitarra para la ocasión, sin abandonar los arreglos Folk y la solemnidad bañada en ácido, rescatando lo mejor de la Psicodelia dura de los 70. En el comienzo de Eldritch Dark, en cambio, es el organillo quien lleva el peso sonoro, con melodías deliveradamente fantasmagóricas, apoyando su temática ocultista. Estas líneas de teclado se difuminan y reaparecen, contrastando las partes más progresivas con los arrebatos netamente hardrockeros e incluso heavies.



Más pausada y envolvente es Drawing Down the Moon, de nuevo con mucho peso del organillo (muy de iglesia, muy retro y a todas luces intencionado), con esos ríos de teclado adornando un tema muy sinfónico y progresivo. Tan solo al final se recuperan los registros más oscuros y cañeros, rematando el tema con un solo estratosférico. Faunus funciona casi como interludio, totalmente Folk, casi dos minutos y medio instrumentales, muy envolventes, creando un ambiente bucólico, con varias melodías altamente tarareables, cambios de intensidad, y otro solo sacado de una chistera ficticia llena de grandes ideas. El disco llega a su fin con The Magician, de 8 minutos. Captura a la perfección el ambiente ritualístico recogido en el disco, memorable en cada una de sus secciones: contiene Folk, Rock, Psicodelia, Metal, estribillos ganadores, solos con gancho, aromas retro más que evidentes y arrojo vocal. Un final redondo para un disco magnífico.


Estos canadienses se las han arreglado para sacar adelante uno de los mejores discos del año. 8 temas repartidos en 40 minutos, músicos competentes, una frontwoman con carisma y un puñado de buenas temas son sus armas. El éxito es otro tema, pero el estado de forma y el talento que atesoran ahí quedan atestiguados. Un rocoso candidato al “disco del año”, que no es poco, y encima de una tierra que ha dado siempre enormes bandas, no todas reconocidas, Canadá, gloriosa y libre.







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